LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA.

LA DESTRUCCIÓN DEL GRAN CENTRO DEL SABER DE LA ANTIGÜEDAD.

Fuente: National Geographic
Imagen de la red.

PUBLICACIÓN PARA LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA A. S.

Silvia Gundín

《La total desaparición de los libros de la Biblioteca Alejandrina ha sido siempre un interrogante para los historiadores. ¿Fue la biblioteca víctima de un incendio en época de César, de la hostilidad de los cristianos o de los conquistadores musulmanes?》

Creada pocos años después de la fundación de la ciudad por Alejandro Magno en 331 a.C., tenía como finalidad compilar todas las obras del ingenio humano, de todas las épocas y todos los países, que debían ser «incluidas» en una suerte de colección inmortal para la posteridad.

A mediados del siglo III a.C., bajo la dirección del poeta Calímaco de Cirene, se cree que la biblioteca poseía cerca de 490.000 libros, una cifra que dos siglos después había aumentado hasta los 700.000, según Aulo Gelio.

 

La primera destrucción.

Es difícil señalar el momento exacto en que se produjo la destrucción de la Biblioteca de Alejandría. El hecho está envuelto en mitos y tinieblas, y hay que indagar en las fuentes para hacerse una idea de la secuencia de los acontecimientos. La primera información al respecto se remonta al año 47 a.C. En la guerra entre los pretendientes al trono de Egipto, el general romano Julio César, que había acudido a Alejandría para apoyar a la reina Cleopatra, fue sitiado en el complejo palacial fortificado de los Ptolomeos.

César se defendió bravamente en el palacio, pero durante un ataque se produjo en el arsenal un incendio que se extendió a una sección del palacio. Entonces se habrían quemado numerosos libros que el propio César pretendía transportar a Roma. –De cualquier modo, se dijo que años más tarde, Marco Antonio, mientras estaba en Alejandría en compañía de Cleopatra, donó un gran número de libros procedentes de la biblioteca rival de Pérgamo.

Comienza el declive.

Con la caída de Antonio y Cleopatra y el consiguiente hundimiento del reino ptolemaico de Egipto, que cayó en manos de Roma, Alejandría fue entrando en una lenta e inexorable decadencia, y con ella también su Biblioteca. .

El carácter de la Biblioteca cambió. Se abandonó la pretensión de totalidad que tuvieron los primeros Ptolomeos, ansiosos de recopilar todo el saber, incluido el de otros pueblos no griegos.

Las diversas crisis del siglo II, como la terrible peste Antonina que asoló Egipto, y sobre todo del siglo III, repleto de usurpaciones políticas y graves conflictos, tuvieron repercusiones muy negativas para la vida cultural de la ciudad y en particular para la conservación de los libros de la Biblioteca.

La proclamación del cristianismo como religión oficial del Imperio en el siglo IV tuvo consecuencias graves para la biblioteca alejandrina. En sus anaqueles se habían compilado los saberes del paganismo clásico, justamente el tipo de cultura que rechazaban algunos movimientos cristianos.

La Biblioteca de Alejandría–, fue arrasada en el año 391 durante un «pogromo» antipagano instigado por el patriarca Teófilo.

 

 

Años más tarde, en 415, la filósofa y científica Hipatia de Alejandría, tal vez la última representante de la tradición filosófica alejandrina, moría a manos de una horda de monjes cristianos instigados por el patriarca Cirilo,sucesor de Teófilo, y junto con ella desapareció su valiosa biblioteca.

A comienzos del siglo VII, la sangrienta disputa por el trono de Bizancio entre el usurpador Focas y el futuro emperador Heraclio dejó un rastro de destrucción en Alejandría. No fueron menores los daños que causó, en 618, la conquista de Egipto por los persas, quienes llegaron a robar la reliquia de la Vera Cruz de Jerusalén, aunque Heraclio logró recuperar la ciudad y todo Egipto para Bizancio.

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